En el Puente de la Constitución de 2013, decidimos visitar Roma, la Ciudad Eterna. Aunque es de perogrullo, os aconsejo que lo planifiquéis con antelación, al menos en lo referente a los vuelos. La verdad es que el viaje lo decidimos hacer el fin de semana de antes, y desde luego lo mas caro de todo fueron los billetes de avión. Todo lo demás, hotel, desayunos, restaurantes, cafés, etc... fueron sorprendentemente asequibles.
Pero vamos a centrarnos en lo importante: el viaje.
Como tuvimos poco tiempo para planificarlo, durante la semana de antes nos dedicamos a buscar todo lo que pudimos en internet y preguntamos a amigos que habían estado.
Llegamos el viernes por la mañana, y la primera sorpresa fue el hotel, precioso, que se encontraba en una calle al lado de la Piazza Navona.
Por cierto, la piazza tenía un ambiente navideño precioso, con mercadillo y todo. Recién llegados, nos sobraban las fuerzas y nos dedicamos a "patear" Roma, llegando a la Plaza de España y Fontana di Trevi. Era la primera vez que íbamos a Roma, y tocaba visitar lo mas clásico. Como lo hicimos a pie, nos permitió "perdernos" por sus calles.
De vuelta para comer, pasamos por el Panteón, por cierto, en una de las esquinas está La Tazza d'oro donde tomamos un café espectacular y los niños un chocolate "caldo" que les encantó.
Comimos en un restaurante que se encuentra en unos de los laterales de la Piazza Navona: Ristorante Insalata Ricca, de comida casera italiana, donde probamos unos ravioli de calabaza magníficos.
Por la tarde recorrimos el Tiber hasta llegar a Santa Maria in Cosmedin, donde se encuentra la Bocca de la Veritá (según la hora, hay que armarse de paciencia para hacer cola: todos queremos hacer la foto típica con la mano en la "bocca").
De vuelta al hotel, nos entretuvimos callejeando, para terminar cenando un local muy "pequeñito" (solo había dos mesas y una barra) donde solo servían pasta, con salsa a elegir, por 5 euros y te incluían una bebida. La pasta estaba buennniiiissssiiimmmaaaaa....
Luego nos dio tiempo a visitar la Piazza Navona y los alrededores:
Y por fin, el hotel y el merecido descanso para un día muy intenso.
Este fue nuestro primer día en Roma.
Pronto os contamos como siguió el viaje...
